A medida que avanzamos en la vida, los golpes, los moretones, los raspones y las caídas suelen ser parte de la experiencia humana. Ya sea por resbalones y caídas inesperados, lesiones deportivas o un caso ocasional de torpeza, algunas desventuras pueden provocar lesiones más graves en los huesos, los músculos y las articulaciones.
Estar preparado
Tenga botiquines de primeros auxilios disponibles en su hogar y en su automóvil. Guarde su kit en un lugar seco y reemplace los artículos usados o obsoletos con regularidad. Averigüe qué debe contener un botiquín de primeros auxilios. Si no está en casa y su propio niño de primeros auxilios no está cerca, busque uno en el lugar en el que se encuentra.
Prevenga lesiones comunes en huesos, músculos y articulaciones con consejos proactivos:
- Sea cual sea la actividad, asegúrese de llevar todo el equipo de seguridad requerido o recomendado (casco, rodilleras, coderas, etc.)
- Conozca sus límites y tome muchos descansos para evitar esforzarse demasiado. Descanse si siente que se está cansando, mareando, sediento o frustrado.
Los signos y síntomas de lesiones musculares, óseas y articulares que se deben buscar incluyen:
- Dolor, deformidad, hinchazón o moretones
- Uso limitado o incapacidad para usar la parte del cuerpo lesionada
- Hueso roto o fragmentos de hueso que sobresalen de la piel
- Una sensación o sonido de huesos chirriando
- Posibles calambres musculares
- El sonido de un chasquido o un estallido cuando ocurrió la lesión.
¿Cuándo debe alguien buscar atención médica?
Debido a que las lesiones de huesos, músculos y articulaciones pueden variar desde muy leves hasta potencialmente mortales, es muy importante poder determinar si necesita buscar atención médica inmediata o llamar al 9-1-1.
Si bien puede dudar en llamar a los servicios médicos de emergencia (EMS), use su mejor juicio para evaluar la situación y confíe en sus instintos. Si cree que se trata de una situación de emergencia, probablemente lo sea, así que llame al EMS/9-1-1 para obtener ayuda profesional de inmediato.
Además, si la lesión parece ser grave con dolor intenso, deformidad o hinchazón significativa, y especialmente si afecta la cabeza o la columna, no espere. Diríjase a la sala de emergencias de inmediato.
Trate la lesión con el método RICE:
DESCANSAR: Pida a la persona que se quede quieta y descanse cómodamente.
INMOVILIZACIÓN: Inmovilice la parte del cuerpo lesionada en la posición en que se encontró.
FRÍO: Aplique una compresa fría en el área lesionada durante 20 minutos cada hora durante las primeras 24 a 48 horas. Si usa cubitos de hielo, envuélvalos en un paño o toalla para evitar el contacto directo con la piel.
ELEVACIÓN: Si es posible y no demasiado doloroso, eleve la parte del cuerpo lesionada por encima del corazón.
Mito: para acelerar la curación, debe aplicar calor a una lesión muscular, ósea o articular
Quieres aliviar el dolor y las molestias, pero pregúntate: ¿aplicas hielo o calor a la lesión? No te preocupes, no eres el único que no está seguro del mejor enfoque.
Aunque el calor a menudo se usa para aliviar el dolor asociado con trastornos crónicos de huesos, músculos y articulaciones como la artritis, no es el mejor curso de acción para una lesión de este tipo. La aplicación de calor hace que los vasos sanguíneos del área en cuestión se dilaten (se abran), lo que lleva más sangre al área y aumenta la hinchazón.
El frío, por otro lado, hace que los vasos sanguíneos se contraigan (estrechen), lo que reduce el flujo de sangre al área y ayuda a reducir la hinchazón. Además, la aplicación de hielo ralentiza los impulsos nerviosos y ayuda a reducir el dolor. Entonces, en este caso, aplicar hielo en una lesión ósea, muscular o articular es el mejor enfoque.
Las primeras 24 a 48 horas: hielo, hielo, bebé
Después de una lesión menor, es normal ver una inflamación casi inmediata que generalmente puede durar 48 horas. Colocar hielo en la lesión lo antes posible evitará una mayor inflamación y reducirá el dolor.
Aplique hielo en el área durante 20 minutos a la vez cada hora durante un máximo de 48 horas para reducir el dolor y la hinchazón, si no causa ninguna molestia a la persona lesionada.
Los cubitos de hielo estándar harán el trabajo de congelar una lesión, así como otras opciones como una bolsa de verduras congeladas. Si usa hielo (o algo congelado), envuélvalo en una toalla delgada o comprímalo antes de aplicarlo en el área lesionada. Esto ayuda a evitar la congelación de la piel. Además, evite frotar hielo o una compresa fría en el área afectada. No presione con fuerza la bolsa de hielo, simplemente sosténgala firmemente en su lugar.
Después de las primeras 48 horas: el calor es opcional
En general, la hinchazón se estabilizará dos días después de una lesión. En el interior, el cuerpo está trabajando para reparar los tejidos y reducir la hinchazón. En este momento, o más tarde si persiste la inflamación, se recomienda aplicar calor porque aumenta el riego sanguíneo, favorece el proceso de cicatrización y alivia el dolor.
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